Oscar Wilde dijo una vez que “la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella”, obviamente que no es la alternativa correcta, porque en el momento más inesperado y una vez inmerso en lo tentado, con conciencia de lo que es malo, se necesita algo más que una simple oración para aminorar sus consecuencias.
Siempre mis padres me repiten todos los domingos cuando debo regresar a Valparaíso, llegando al terminal de buses, cuando faltan casi 100 metros: “mi niño, que Dios lo bendiga… lo libre de todo mal, de todo peligro de toda tentación….etc… etc…” y de una u otra forma veo como en mi caminar ellos forjan un sendero para que cuando ya no escuche esas palabras pueda andar seguro, tomar decisiones correctas, vivir con “calidad” de vida y mantener mi integridad con sabiduría. Y sé donde encontrar el “principio de la Sabiduría”…
POEMA DEL LIBRO "HUELLAS DE AGUA"
Viajo con la palabra encendida
en mi pecho de adolescente.
sonrío con el triunfo de una
abundante desnudez.
reparto canciones con pentagramas
vírgenes,
emigro a otras orillas,
a otras manos,
hago auto-stop,
subo montañas,
busco silencios,
bailo eternidades,
fumo mentiras…
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perdonemos rápidamente
besa desmoderadamente, ama verdaderamente
ríe incontrolablemente
y nunca dejes de sonreír
por mas extraño que sea el motivo.
La vida puede no ser la fiesta que esperábamos
pero en cuanto estamos aquí, debemos sonreír y dar gracias...
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